Los gemelos franceses Ludovic y Zoran Boukherma adaptan la novela ‘Sus hijos después de ellos’ para reflexionar sobre el letargo juvenil

Los gemelos franceses Ludovic y Zoran Boukherma adaptan la novela ‘Sus hijos después de ellos’ para reflexionar sobre el letargo juvenil

Sus hijos después de ellos

A principios de 2022, el director y actor Gilles Lellouche (Corazones rotos) se puso en contacto con los gemelos franceses Ludovic y Zoran Boukherma con la propuesta de adaptar un libro al formato seriado. Los hermanos tenían a sus espaldas un pequeño puñado de películas independientes y de género, la comedia de terror Teddy (2020) y el homenaje a Spielberg ¡Tiburón a la vista! (2022), entre otras, pero aquella novela que les ofreció, Sus hijos después de ellos, de Nicolas Mathieu, era un salto a la primera división.

Se trataba de una publicación súperventas, lo que atraería la atención de una audiencia amplia, pero también galardonada internacionalmente, primero en casa, con el ilustre Goncourt 2018, y después, en el exterior, como mejor libro del año por el periódico británico The Times y la Biblioteca Pública de Los Ángeles. Cuando Lellouche se volcó en el rodaje del musical Corazones rotos (2004), el proyecto se quedó aparcado, pero la pareja, que ya se había prendado de aquella historia iniciática, decidió tomar las riendas y contraproponer la realización de un largometraje, porque pensaron que aquel relato de angustia existencial, deseo, urgencia, tensión racial y de clase, merecía plasmarse en la gran pantalla.

La película se estrenó en la Mostra de Venecia, donde su joven protagonista, Paul Kircher, se alzó con el premio Marcello Mastroianni al mejor actor emergente. Su actuación también sería destacada este pasado mes de noviembre en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde Sus hijos después de ellos se coronó como mejor película.

En la cinta, Paul, el primogénito de los también actores Irène Jacob y Jérôme Kircher, da vida a Anthony, un adolescente que vive en un valle de la Francia desindustrializada, donde las ruinas de los altos hornos de una empresa metalúrgica simbolizan la frustración de sus vecinos mayores. La trama se apoya en cuatro veranos de la década de los años 90 y su protagonista entrelaza su vida con las de su primer amor, Steph, y su némesis, Hacine. Si en la novela la música está presente en los títulos de cada capítulo, que refieren a una canción conocida del periodo, en el filme es la banda sonora, donde suenan desde los Pixies a Francis Cabrel, pasando por Bruce Springsteen.

Los Boukherma explicaron en Radio France cómo afrontaron el aburrimiento que enfrentan estos chavales en el letargo del verano en su versión cinematográfica: “Queríamos que la fotografía tuviera un lado cálido y también mucho silencio. La audiencia está junto a los jóvenes en esta historia de determinismo social, donde intentan alejarse de este lugar por todos los medios. La motocicleta es uno de ellos, además del amor y el sexo”.

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